miércoles, 20 de octubre de 2010

QUIERE A TODO EL MUNDO








Y además es muy humana, por eso ha decidido mangonear la boda de su hijo...
No tenía pensado comentar esta página de la crónica social pero bueno, aquí estoy.
En general estoy de acuerdo con lo que ha dicho, casi, todo el mundo, pero porque es de cajón.


Paloma Cuevas, SOSA, no era la más elegante, como dicen, era la más ñoña, y en el peor sentido de la palabra. La elegancia está totalmente sobrevalorada, no aporta nada, ni remueve nada, sigues la normas de lo que está bien y de lo que no y ya eres elegante. Otra cosa es la elegancia interior, que es harina de otro costal, pero la elegancia formal (Isabel Preysler) es un coñazo. pues eso iba mona, en rosa palo, con pamelaza (¿era necesaria la flor?) de Philip Treacy y poco más.


Nieves Álvarez, es verdad, iba increíble de Chanel, en tonos burdeos, que tan bien sientan a las morenas, y con el detalle de los mitones, creo, que realmente sumaba puntos a su look.

Rosario Domeq me ha encantado con el Lanvin. Hay gente que dice que de rojo no hay que ir a las bodas, porque es muy de "aquí estoy yo" pero lo prefiero al lima-loro- fluorescente que muchas llevan en estos eventos. El tocado no me ha encantado demasiado, pero como casi ninguno de las invitadas. Eran demasiado clásicos, brillosos, demasiadas flores (nunca pensé que diría ésto) y a casi todas les tapaba la cara, no sois Lady Gaga ¿vale?


Valeria Mazza, que he leído que era Top Model, también creo que iba bastante bien (veo un brillo y me ciego) aunque han dicho que esos colores no la favorecían y que el abriguito era demasiado amplio, me reservo quien lo ha dicho pero si a ella no le quedan bien esos pasteles a quién (con lo mona que es) y lo del tallaje. es que no hace falta ir como una morcilla con todo lo que te pones. Eso sí, la ha peinado sus hijos mientras ella se vestía...



CCC (Cari, Carla y Caritina, la última C es más grande por razones obvias) iban bien, grises y pijas, como son ellas, tan poco hay mucho que resaltar, excepto por Caritina, que ya bastante se ha resaltado ella sola, (esas pamelas están reservada para la infanta Elena).


                                       Estupenda Pitita, como siempre.
La verdad es que la que más me ha gustado, quizás demasiado sobria, ha sido Genoveva Casanova. Iba muy correcta, yo no hubiera elegido esos colores, pero bueno, elegante, sin ser aburrida, y con un punto retro muy acertado, con regusto de melodrama de Joan Crawford y el tocado no le tapaba la cara!


                                Me encantan el encaje y las plumas.

Vayamos ahora con las que no iba tan adecuadas.


Primero decir que me encantan los escotes y los pechazos, desde siempre, cualquiera lo puede decir. Una vez dicho esto a dónde iba Vicky así a una boda religiosa, con lo andaluza que es ella, debería saber que a la iglesia se va más tapada, especialmente cuando tienes tanto que enseñar. El vestido es precioso pero para ir a una fiesta, a un cocktail, a otros sitios, demasiado escotado, la tela es como de vinilo (que me encanta), el color poco favorecedor (aunque una maravilla) y el bolso se lo ha robado a una señora camino de misa y realmente creo que el tocado era de los más bonitos. Una aparición agridulce.


Eva Herzigova estaba comprado en unos puestos hippies y, de repente, la invitaron a una boda y dijo "allí voy" pero tengo que ir con lo puesto. No es necesario decir más.



Amaia Salamanca (¿por qué comento nada de esta chica que ni me va ni me viene?) la han criticado mucho pero no era para tanto, demasiado escote y hombro para un enlace eclesiástico, pero bueno. De todas maneras esta chica tiene el don de hacer parecer un Diane Von Furstenberg un vestido del Blanco.


Maria José Suarez, redefiniendo la palabra "vulgar" y otras muchas que me dan pereza. La nietísima, la Duquesa de Alba, fiel a sí misma. Ésta expresión para denominar a las personas que van mal vestidas pero que ya estás acostumbrado a verlas así y haces una excepción y queda muy bien. Porque, seamos sinceros, Cayetana viste mal. Hay gente que viste bien y gente que viste mal, no nos llamemos a error. La diferencia es que hay gente que viste mal pero lo hace con gracia, la Duquesa es de este último grupo.

Algo que me ha sorprendido leer, no sé si cierto, es que a algunos invitados, masculinos, les había incomodado la exigencia del chaqué, cosa que me parece una   soberana paletada, de ser cierto, porque en una boda de mañana y por la iglesia es lo que se obliga y a quien no le venga bien que no vaya, si se hacen las cosas se hacen bien, que he visto vaqueros en bodas y eso es un sacrilegio.




















El plato fuerte son, supuestamente, los novios pero en esta, como en muchas, bodas es la madrina. él me daba igual, porque no hay mucho donde rascar y ella, no sé ni quien era. La novia iba vestida de Giambatista Valli, que no ha estado muy inspirado, princesona, con falda desmontable, que es tan de Barbie ochentera que lo adoro.
Nati Abascal por su parte, iba de Valentino, con un vestido verde agua y con un drapeado a al altura de la cintura, por lo poco que he visto, mantilla y un pequeño tocado en fucsia de lazos. Me esperaba más, más barroca, como diría Carmen Lomana, más color, más volumen. Hay que reconocer que está guapísima, súper adecuada y muy fina (raro en ella). Está claro que no quería eclipsar pero teniendo tanto estilo es difícil. Mi mente, no ha podido evitar que esa mezcla de fucsia y verde se fuera directamente a Rocío Jurado, cuando fue la madrina en la boda de su hija.

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