lunes, 6 de diciembre de 2010

MI MADRE DICE QUE CÓMO HABIENDO GENTE TAN GUAPA, PUEDE HABER GENTE TAN FEA.

En un principio esta entrada iba a tratar sobre mis modelos favoritas, pero lo manido del tema (y qué no lo está) y una conversación unas amigas sobre si la belleza absoluta existía o era algo relativo, hizo derivar el tema hacía la belleza en general y lo que es para mí, en particular.
En cuanto a la belleza, femenina y facial tengo unos cánones bastante concretos: morena, piel de alabastro, ojos claros y un toque de zorrón. A partir de ahí se divide y subdivide en múltiples posibilidades.
Los ejemplos son numerosos pero voy a reducirlos a unos pocos y en dos campos: moda y faranduleo.
Mi primer recuerdo de modelos son los de Claudia y Naomi, pero era muy pequeño y no terminaba de comprender nada.  Fue con mi primer Vogue donde la cosa cambió. Creo que Carmen Kaas fue la primera en llamarme la atención, vestida de Gucci, aunque no tenga nada que ver con mi prototipo, me llamó la atención su mirada y su pelo. Sin embargo la que me remató fue Mini Anden, con esa cara de hija de puta, esas cejas de mala de película y esos ojos azules se ganó el puesto de mi modelo favorita por aquel entonces. Nunca llegó a ser súper  top, además quiso ser actriz, y todos sabemos cómo le va, y se dejó de teñir de morena (¡pecado!).
Con el tiempo fui conociendo nuevas modelos, Giselle, Laetitia, pero ninguna terminaba de calarme, aunque Angela Lindvall me encantaba (esa cara de ni te molestes en hablarme) e incluso algunas me caían mal sin razón alguna: Natalia Vodianova o Maria Carla Boscono. Llegaron las modelos del Este y la cosa era diferenciar unas de otras, y aprenderse los apellidos. Me quedo con Sahsa Pivovarova. Internet me redescubrió las grandes Tops: Cindy, Christy, Helena.... Pero yo me quedo con Linda (obviedad) era la que tenía pinta de más chunga, aunque sepamos que ésa es Naomi (una cosa es tener cara de asco y caprichos de diva y otra pegarte con la gente, por lo que soy muy fan de Naomi, pero ahora sólo voy a hablar de belleza pura y dura ,bajo mi prisma paticular).
Imposible olvidarse de las pioneras como Lissa Fonssagrives, Dorian Leigh, Jean Shrimpton, Veruschka y un largo etcétera que marcaron los cánones de belleza de sus respectivas épocas desde la dama de alta sociedad con uñas y cejas perfectas y talle diminuto a la chica mod, delgada y de ojos grandes o la señora multibronceada que disfruta en su yate vestida con un caftán . Todos ellos prototipos de belleza que se han ido superponiendo unos sobre otros, cambiando, añadiendo o quitando hasta llegar a nuestros días. Mucho se habló, y se habla, de movimientos o estéticas perjudiciales para la salud, como el heroin chic, pero es un tema que me aburre, ya está dicho todo y no es un periodo que me encante.
Volviendo a mis modelos a mediados de los 00, volvió a surgir una nueva tanda de modelos bastante interesante: Daria Werbowy, la anteriormente citada Sasha, Jessica Stam, Coco Rocha (no es guapa, guapa, pero tiene algo) Liya Kebede (que es un poco anterior pero guapísima), me encanta Chanel Imán, tiene cara de monito, pero tiene pinta de ser tan maja que la incluyo, Raquel Zimmermann, que es monísima y encima le sienta bien el camel, sólo hay que verla en el anuncio de Love de Chloé, Missy Rayder (menos conocida que su hermana pero más guapa) y así una no muy larga lista. Sin embargo destaca entre ella Hilary Rhoda, la amo, y me parece una pena que está malgastándose en anunciar Estée Lauder, vuelve a las pasarelas reina! La pena es que tiene ese aire de chica sana y deportista de colegio católico, que odio con todas mis fuerzas, vamos que no tiene rollo, cosa que no entiendo con la cara de zorrón que tiene.
En el apartado de actrizes la selección es más amplia.
La primera belleza que recuerdo del celuloide es Elizabeth Taylor, y ha continuado conmigo hasta ahora, ninguna le puede hacer sombre, dista de ser perfecta en detalle, pero en conjunto gana a cualquiera. En los 60 no se podía estar más guapa.

A partir de ahí aparecieron otras muchas Gene Tierney ( que siempre me recordó a Kelly Kapowski, pero en mejor), Catherine Zeta Jones, Sherilyn Fenn (diosa, pena que no se haya sabido conservar), Greta Garbo, Rita Hayworth y otras tantas.
Aunque mi arquetipo de belleza está bastante claro, me gusta hacer honrosas excepciones, porque no importa lo guapa que sea si no me llama, no me llama y a lo mejor es rubia y de piel tostada pero si tiene ese flair necesario, entra en el grupo.
No puedo terminar sin llamar la atención sobre la particular belleza que en este post se repasa. Fijándome en estas imágenes me he dado cuenta que todas están llenas de misterio, frialdad, sexualidad unas veces latente y otras explícita, algo de maldad o perversidad, siempre hay algo que no se muestra, lo que hace esta belleza mucho más fascinante, son bellezas fuertes, obvias, que se exaltan con smokey negro y rojo en los labios. Bellezas que hablan de lujo, de áticos, de vidas disipadas, de diamantes, de Guerlain, de divorcios, de fortunas y quiebras. Lejos quedan bellezas exóticas o diferentes (Bimba, Agyness, incluso Kate) o bellezas elegantes y relajadas (Audrey Hepburn). Para mí la belleza en mayúsculas tiene que ser excesiva, pero sin caer en lo ordinario.
Por eso, creo en el aspecto de verdad absoluta de la belleza. Nadie puede negar la belleza de estas mujeres, otra cosa es que prefieras otros tipos de belleza, pues ésta es como una paleta de sombras de Sephora, desde el nude hasta el guinda, en la que tu eliges tus colores favoritos. Éstos son los míos.

martes, 2 de noviembre de 2010

DE CHINA, EL FURURO DE LA MODA Y DEMÁS...

Leyendo una entrevista a Anna Dello Russo, donde le preguntaban sobre la dirección que podría tomar la moda en un futuro y su respuesta en forma de duda, surgió la inspiración para esta entrada.

Realmente nadie sabe hacia dónde va la moda. Nadie se esperaba este batacazo económico y sus consecuencias se van a ver durante varios años. Pero no sólo éso ha influido en los devenires de la moda. La extrapolación masiva al mundo de la red de un campo que antes había estado tan encerrado en sí mismo (y que en cierta parte es el encanto de la moda. Es como lo que decía Anna Wintour sobre que la gente se mofa de las personas a la moda, porque sienten que no forman parte de ese grupo y eso les crea envidia/resentimiento) ha hecho que se abra, globalice, democratice... y esté más al alcance de la gran mayoría, al menos visualmente, que luego Inditex se encargará de hacerlo material. Sin embargo aunque poseas la prenda copiada nunca poseerás la esencia, la historia de la firma, el charm de la moda, pero eso es otro tema. Actualmente cualquiera puede decir lo que quiera sobre la moda, véase el caso, y compartirlo alrededor del mundo y quizás alguien esté de acuerdo contigo, o no, y crees algo de la nada. Ejemplos, ya los sabéis, Sartorialist, Jak & Jill, Tavi, Bryanboy... y llegues a tener un papel en la moda, momentáneo o duradero, depende de la vida. Este es un fenómeno imposible años atrás, donde todo era secreto y sólo unos pocos tenían acceso a tal información. Recuerdo un artículo que el año pasado escribió Suzy Menkes para el Herald Tribune y decía que uno de los mayores cambios que la moda había experimentado en los últimos años era la inmediatez, la imagen digital, el nacimiento de los desfiles online...  elementos que han permitido a la moda acercarse a otro tipo de público a ella, no sólo a las señoras VIP, lo que es realmente enriquecedor para ambas partes. Las marcas ganan dinero (que es de lo que se trata) publicidad, reconocimiento, críticas (buenas y malas) y los demás ganamos (me incluyo) alimentar nuestra sed de moda, creernos una pequeña parte de ese escenario e incluso nutrirla y hacer la crecer. 




Lo malo de esto es que en el camino a ese público, se ha cruzado con otro que en un primer momento no debería estar interesado en ella, sin embargo la imagen es la imagen y la que proyectan ciertas marcas puede atraer a consumidores con gustos menos exigentes. Lo vemos todos los días: montones de chonis con camisetas de la manta falsas bajo nombres cambiados. No les importa, lo que quieren agarrar es esa pizca de glamour, de exclusividad que una firma otorga. Es lo mismo que cuando tusas Chanel Nº 5 pero te compras las camisas en Primark, te abre una puerta a otro mundo, del que no eres parte. Hay ciertas marcas que son más atractivas para ciertos grupos que para otros, obviamente. Tenemos  para l@s chonis Imporio Arnani y sobre todo Dulce & Gitano (yo también, me he quedado loco cuando me lo dijeron) y para las señoras CH y LV, en todo tipo de anagramas posibles, pero bien grande. Eso es una muestra de que les da igual la marca, porque ni siquiera conocen lo que propones en pasarela, pero sí la imagen que proyectan: Tí@s buenos con ropa ceñida o señoras elegantes con cardadas y rubias melenas. Es el mensaje lo quieren transmitir.
Me he ido un poco del tema, pero bueno, quizás formaba parte también de él. A lo mejor una de las maneras que tienen las marcas de sobrevivir en el futuro, es crear lineas súper baratas para otro tipo de público tipo Marc by Marc by Marc Jacobs, por ejemplo o las mochilas de nylon de Prada. Productos que puedan seguir manteniéndolas finanzas de las firmas para que luego puedan ofrecer buen prêt-à- porter y Alta Costura.

Otro de los fenómenos que estamos presenciando es el poderío oriental, bueno chino, más bien. Varias firmas están abriendo mercado allí y se están haciendo de oro. Primero fueron los árabes, después los rusos y ahora los chinos. Es cierto que China es una economía emergente y no sé hasta que punto podrá ser el país más rico del mundo en unos años, pero es indudables que crece como la espuma. Lo malo es que probablemente lo haga igual que Occidente: o bien seguirá explotando la mano de obra de su propio país o la mandará a otros cercanos como India, Pakistán, Turquía hasta llegar a Marruecos. Puede que los toques orientales que ciertas firmas han otorgado a sus diseños sean casualidad o no, y que el motivo sea encontrar más público en esa parte del globo. En cualquier caso no sólo China se está enriqueciendo, sino todas las firmas que están haciendo tratos con ella. Por lo que la bonanza china también será buena para las arcas occidentales.

La compra online, definitivamente, forma parte del futuro, pero tiene dos grandes problemas: que no te lo puedes probar y corres el riesgo de que no te quede bien o no te veas con ello y la espera de la prenda. Por no mencionar que pierdes parte de la emoción de ir de compras, coger un montón de ropa cuando hay poca gente y probártelo sólo por el hecho de probártelo. No obstante la facilidad y comodidad de hacerlo desde casa, la accesibilidad a marcas que no están en tu ciudad, o país, las ofertas especiales y exclusivas y la falta de dinero para invertir en nuevas firmas e inmuebles, van a impulsar a los consumidores a aumentar sus compras en la red.
Algo que no podía faltar: las empresas low cost. Llevan años entre nosotros y nos han alegrado la vida con esas copias maravillosa de must have, que sabemos que nos debemos comprar pero alguna cae. Han sido otra manera de acercar la moda a las nuevas, y viejas, generaciones. No más adolescencias en chandal de yonki!!! porque no lo neguemos, la mía, al menos, estuvo repleta de él, junto con pantalones de campana blancos, medias de brillo, cuando ya fueron mayores, lápiz de ojos blanco y conjuntos impensables perpetrados por nuestras madres. Ahora, es diferente, si tu hija te ha salido zorrón/choni tiene su Blanco, su Bershka, su Pimkie... que es toda un lady se va al Zara Woman, sí es una moderna maximalista se irá todos los lados, porque ella es un árbol de navidad (me incluyo en este último grupo) y lo hará con toda la tranquilidad del mundo porque tiene libertad de elección. Antes o te ibas a la tienda del barrio o, si te tenían que comprar algo más subido, al Corte Inglés (Zara todavía no estaba en su auge). Las juventudes del futuro lo tendrán más fácil todavía. Esto es lo que nos dan las firmas low cost, accesibilidad, y es otro punto a tener en cuenta, con cuatro duros te haces un vestuario resultón, como decía el Sr Burns. Las grandes firmas sólo son para grandes bolsillos y, desde luego, son menos que los pequeños bolsillos. Un amigo dice que el resultado de esto será que las firmas de lujo acabarán por caer y LVMH será absorbida por Inditex y Gucci y Dior franquicias de alta gama, vamos un Zara Deluxe. Dudo mucho que vaya a tanto, pero quién sabe.

El negocio de la moda y sus marcas no son muy antiguos y no sabemos a dónde puede ir. De momento ya hay firmas como D&G que han dejado de hacer colecciones de entretiempo y parece que la época de los bolsos it, está remitiendo y el ritmo de la moda, en general, ralentizándose un poco.
En resumen, tenemos varios puntos de vista y factores que tener en cuenta, pero sólo el tiempo nos dirá lo que puede pasar. Por el momento internet seguirá liderando la parte de la comunicación, mediante webs, blogs, ventas online y demás. El mercado asiático experimentará un boom de insospechado alcance y los viernes, cuando no tengamos nada que ponernos nos iremos a H&M a ver qué nos arregla la noche. De ahí en adelante quién sabe.

martes, 26 de octubre de 2010

DISFRUTO!!!!

La portada de Vogue noviembre es la que ha dado el pistoletazo y la inspiración a este post. Ya llevaba tiempo viendo que el dorado iba a ser una de las tendencias de este otoño/invierno, aunque luego se lo pondrán cuatro, una pena. 

Una de las seguidoras más fundamentalistas de esta tendencia es Anna Dello Russo, la podemos ver en su blog ataviada con este color muchas veces. La más reciente como portada de la revista 10 magazine , con un Balmain cuajado de paillettes. 


El dorado, el oro, siempre ha sido un símbolo de riqueza y lujo, y quizás por eso, para hacernos creer que la economía vuelve a estar en una buena posición (valiente falacia) han querido lanzar la tendencia del neo-barroco o maximalismo (en mi vida) al mercado. Como he dicho antes, pocas, serán las que se atrevan con ella, por que con esta tendencia, como con casi todas, tienes que llevar  a la tendencia, no que ella te lleve a ti y es algo difícil de conseguir si no tienes práctica, ojo, gusto e incluso mesura.





















En cualquier caso el dorado suele sentar bastante bien, a rubias, morenas o pelirrojas, de piel claro u oscura, aunque puedes acabar pareciendo Rondel oro. Lo hemos visto muchas veces en Egipto, en Bizancio, en el Renacimiento, en el Barroco y el Rococó, en el modernismo...




















En definitiva todas las época y periodos han estado salpicadas por este brillante color. Los diseñadores lo han tomado como inspiración en muchas ocasiones, sólo hay que recordar el desfile de Alta Costura de Dior, de hace unos años, inspirado por uno de los viajes a Egipto de Galliano, las medusas y cinturones de Versace, las cadenas de Dolce & Gabbana, los corpiños de Gaultier, los vestidos orientalia de Poiret, el mejor lamé (a ver dónde lo encuentras ahora) de las películas de los treinta por Travis Banton y Adrian, pasando por los vestidos de cocktail de los cincuenta o la psicodelia de los sesenta, donde, no nos engañemos, bajó algo su reputación (el mundo hippie y el folk), pero en lo setenta subió enteros y si quería salir a bailar disco tenía que ser en dorado (o al menos que brillase), la siguiente década sólo hizo aumentar su presencia (Dios bendiga Dinastía) al igual que la primera parte de los noventa (!esos pendientes!), sin embargo, esto es un péndulo y llegó el grunge y el minimalismo y se acabó la cosa; Menos mal que llegó el cambio de milenio y la recuperación de todos los estilos posibles del pasado y, creo, que ya vamos por la tercera venida del maximalismo, aunque incoherentemente han vuelto los noventa más aburridos pero mezclados con los setenta de Park Avenue. Debe ser que como Studio 54 pillaba unas manzanas más abajo han aprovechado, de día con punto beige y pamela y de noche con lúrex dorado.

En cualquier caso, sea por lo que sea, estoy encantado con ese huequito que este temporada tiene el dorado y el lujo más obvio, porque el oro es siempre oro y porque el oro me encanta, disfruuuutooo!!

sábado, 23 de octubre de 2010

SILENCE MAY BE AS VARIOUSLY SHADED AS A SPEECH

Algo que me encanta y, en parte tengo una relación amor-odio, es la lectura.
Desde pequeño siempre quise tener cultura y sabia que gran parte de ella vendría por la lectura. El problema era que no encontraba nunca tiempo (que me sobraba) o el tema que me interesase, por lo que las lecturas nunca fueron adecuadas. Recuerdo que una vez me cogí en la biblioteca "los miserables" y se quedo sin leer, obviamente. Un problema que siempre he tenido y que en la lectura no he encontrado la excepción, es que tiendo a abarcar más de lo que puedo, una veces sale bien otras no. La cuestión es que yo ya me sentía atraído por los grandes dramas y temas pero todavía no estaba preparado para leerlos, por lo que no tuve una primera adolescencia a lo Rory Gilmore, si no que fue más tarde cuando me pude acercar a estos géneros sin problemas (nunca quise leer ni Tom Sawyer ni La isla del tesoro ni nada por el estilo, ¿quién quería aventuras?, yo deseaba intrigas y confabulaciones, con un punto de amores imposibles y prohibidos).
Pues bien, después de leer mucho, aunque no tanto como quisiera, el año pasado descubrí mi escritora fetiche: Edith Wharton. Hasta ese momento había sido Galdós. He de comentar que, casi, lo único que leo son novelas entre el Romanticismo y mediados del siglo XX, pero principalmente del periodo Realista.

Empecé, creo, con una recopilación de relatos cortos que contenía La carta, La solterona (retratada en el cine por Bette Davis) y otro que me encantó Fiebre romana y alguna otra. Desde el primer momento me cautivó el ritmo y especialmente los diálogos, nunca he leído ningún diálogo (fuera del teatro) que fuera tan real, que enseñara tanto y que, a la vez, escondiera tanto.
Después de "la carta" he leído varias novelas y tengo como objetivo leerme todas sus novelas, aunque de "Un hijo en el frente" no creo que sea muy fan.
La biografía de Edith Wharton (1862-1937) no está jalonada de duros comienzos, trágicas situaciones o adicciones. Nació en el seno de una acomodada familia neoyorquina, recibió una esmerada educación y a los 23 años se casó, divorciándose años después debido a las reiteradas infidelidades de su marido, con hombres y mujeres. No volvió a casarse Edith que, al contrario que a sus personajes, no se dio otra oportunidad.
Pronto empezó a escribir y a tener éxito. Su estilo narrativo, sin grandes acciones, lleno de ironía, gustó por lo descriptivo que tenía de una sociedad, la neoyorquina, anclada en costumbres y rituales arcaicos donde nada era lo que parecía y que estaba oculta para la mayoría del mundo. Los retratos de personajes y costumbres que nos ofrece son feroces, mediante una crítica velada y constante, por parte de los personajes, bien mediante sus pensamientos o sus palabras y acciones, nunca en primera persona.
A lo largo de los años desarrolló una gran afición por el continente europeo y espacialmente Francia, donde vivió gran parte de su vida y donde está enterrada. Durante la Primera Guerra Mundial, gracias a sus contactos, consiguió un permiso especial para viajar por las lineas del frente, de lo que salió un libro retratando sus experiencias: Fighting France: From Dunkerke to Belfort. En el tiempo que permaneció en Europa se codeo con la élite intelectual del momento, como Henry james o Jean Cocteau.

De los libros que leído de ella , sobresale La edad de la inocencia. Nos muestra un choque entre la cultura europea y la neoyorquina brutal para los personajes protagonistas, que se ven envueltos en la etiquetas  y reglas sociales, asfixiando sus deseos, incluso hasta el último momento del libro donde todos estos tabúes ya estaban rotos pero la educación recibida pesaba más.

Fiebre romana, es una pequeña joya, que podría haber alargado hasta convertirla en novela, pero quizás el encanto, también, reside en su brevedad. Un exacto retrato que muestra lo poco que, en ocasiones, conocemos a nuestros propios amigos.

Las costumbres del país, es un básico. Su protagonistas, Ondine, carece de todo tipo de moral y nada la detiene para conseguir lo que cree querer. Arquetípico personaje de la literatura, amoral, que se guía por lo que está de moda y rápidamente lo desecha cuando encuentra algo mejor. Pasa por toda la novela persiguiendo una idea de elegancia equivocada, basada en el poder económico y la diversión, incluso en último termino cuando parece que todo se han vuelto rosas para ella, no termina de estar convencida y el libro finaliza con una de los mejores pensamientos/descripciones que alguna vez he leído.
Estos tres son los relatos/novelas que más me han gustado pero estoy seguro que habrá más. No son sólo las descripciones psicológicas fluidas, ácidas y certeras de los personajes y situaciones si no el ritmo de la  narración y la maravilla de diálogos los que han hecho que me caiga rendido a esta mujer.

miércoles, 20 de octubre de 2010

QUIERE A TODO EL MUNDO








Y además es muy humana, por eso ha decidido mangonear la boda de su hijo...
No tenía pensado comentar esta página de la crónica social pero bueno, aquí estoy.
En general estoy de acuerdo con lo que ha dicho, casi, todo el mundo, pero porque es de cajón.


Paloma Cuevas, SOSA, no era la más elegante, como dicen, era la más ñoña, y en el peor sentido de la palabra. La elegancia está totalmente sobrevalorada, no aporta nada, ni remueve nada, sigues la normas de lo que está bien y de lo que no y ya eres elegante. Otra cosa es la elegancia interior, que es harina de otro costal, pero la elegancia formal (Isabel Preysler) es un coñazo. pues eso iba mona, en rosa palo, con pamelaza (¿era necesaria la flor?) de Philip Treacy y poco más.


Nieves Álvarez, es verdad, iba increíble de Chanel, en tonos burdeos, que tan bien sientan a las morenas, y con el detalle de los mitones, creo, que realmente sumaba puntos a su look.

Rosario Domeq me ha encantado con el Lanvin. Hay gente que dice que de rojo no hay que ir a las bodas, porque es muy de "aquí estoy yo" pero lo prefiero al lima-loro- fluorescente que muchas llevan en estos eventos. El tocado no me ha encantado demasiado, pero como casi ninguno de las invitadas. Eran demasiado clásicos, brillosos, demasiadas flores (nunca pensé que diría ésto) y a casi todas les tapaba la cara, no sois Lady Gaga ¿vale?


Valeria Mazza, que he leído que era Top Model, también creo que iba bastante bien (veo un brillo y me ciego) aunque han dicho que esos colores no la favorecían y que el abriguito era demasiado amplio, me reservo quien lo ha dicho pero si a ella no le quedan bien esos pasteles a quién (con lo mona que es) y lo del tallaje. es que no hace falta ir como una morcilla con todo lo que te pones. Eso sí, la ha peinado sus hijos mientras ella se vestía...



CCC (Cari, Carla y Caritina, la última C es más grande por razones obvias) iban bien, grises y pijas, como son ellas, tan poco hay mucho que resaltar, excepto por Caritina, que ya bastante se ha resaltado ella sola, (esas pamelas están reservada para la infanta Elena).


                                       Estupenda Pitita, como siempre.
La verdad es que la que más me ha gustado, quizás demasiado sobria, ha sido Genoveva Casanova. Iba muy correcta, yo no hubiera elegido esos colores, pero bueno, elegante, sin ser aburrida, y con un punto retro muy acertado, con regusto de melodrama de Joan Crawford y el tocado no le tapaba la cara!


                                Me encantan el encaje y las plumas.

Vayamos ahora con las que no iba tan adecuadas.


Primero decir que me encantan los escotes y los pechazos, desde siempre, cualquiera lo puede decir. Una vez dicho esto a dónde iba Vicky así a una boda religiosa, con lo andaluza que es ella, debería saber que a la iglesia se va más tapada, especialmente cuando tienes tanto que enseñar. El vestido es precioso pero para ir a una fiesta, a un cocktail, a otros sitios, demasiado escotado, la tela es como de vinilo (que me encanta), el color poco favorecedor (aunque una maravilla) y el bolso se lo ha robado a una señora camino de misa y realmente creo que el tocado era de los más bonitos. Una aparición agridulce.


Eva Herzigova estaba comprado en unos puestos hippies y, de repente, la invitaron a una boda y dijo "allí voy" pero tengo que ir con lo puesto. No es necesario decir más.



Amaia Salamanca (¿por qué comento nada de esta chica que ni me va ni me viene?) la han criticado mucho pero no era para tanto, demasiado escote y hombro para un enlace eclesiástico, pero bueno. De todas maneras esta chica tiene el don de hacer parecer un Diane Von Furstenberg un vestido del Blanco.


Maria José Suarez, redefiniendo la palabra "vulgar" y otras muchas que me dan pereza. La nietísima, la Duquesa de Alba, fiel a sí misma. Ésta expresión para denominar a las personas que van mal vestidas pero que ya estás acostumbrado a verlas así y haces una excepción y queda muy bien. Porque, seamos sinceros, Cayetana viste mal. Hay gente que viste bien y gente que viste mal, no nos llamemos a error. La diferencia es que hay gente que viste mal pero lo hace con gracia, la Duquesa es de este último grupo.

Algo que me ha sorprendido leer, no sé si cierto, es que a algunos invitados, masculinos, les había incomodado la exigencia del chaqué, cosa que me parece una   soberana paletada, de ser cierto, porque en una boda de mañana y por la iglesia es lo que se obliga y a quien no le venga bien que no vaya, si se hacen las cosas se hacen bien, que he visto vaqueros en bodas y eso es un sacrilegio.




















El plato fuerte son, supuestamente, los novios pero en esta, como en muchas, bodas es la madrina. él me daba igual, porque no hay mucho donde rascar y ella, no sé ni quien era. La novia iba vestida de Giambatista Valli, que no ha estado muy inspirado, princesona, con falda desmontable, que es tan de Barbie ochentera que lo adoro.
Nati Abascal por su parte, iba de Valentino, con un vestido verde agua y con un drapeado a al altura de la cintura, por lo poco que he visto, mantilla y un pequeño tocado en fucsia de lazos. Me esperaba más, más barroca, como diría Carmen Lomana, más color, más volumen. Hay que reconocer que está guapísima, súper adecuada y muy fina (raro en ella). Está claro que no quería eclipsar pero teniendo tanto estilo es difícil. Mi mente, no ha podido evitar que esa mezcla de fucsia y verde se fuera directamente a Rocío Jurado, cuando fue la madrina en la boda de su hija.

sábado, 16 de octubre de 2010

PARIS HIGHLIGHTS S/S 2011 II

Yves Saint Laurent:
Stefano Pilati nos vuelve a traer a una mujer misteriosa y un tanto oscura (añoro los tiempo de Tom Ford), tanto que sólo se viste de negro, blanco, naranja y su complementario, el azul, y algo de nude (que sienta taan bien). Formas y cortes limpios, lineas suaves y fluidas para los vestidos de noche y algo más duras para los dos piezas. Algunos vestidos con volantes, que se suelen repetir en las colecciones de Pilati, aunque a mí me dan "casa de la pradera". Algunos detalles como las transparencias, muy sutiles, los cuellos masculinos y ciertas aperturas estratégicas dotan a la colección de un aire ciertamente sexy.



















En general se trata de una propuesta sencilla, vendible, muy sofisticada, con buenos y precisos cortes que realzan tanto la feminidad como la masculinidad de la mujer.



















A modo de opinión personal ni fú ni fá, es cierto que rescata ese aire sofis-sexy de los setenta tan típico del primer YSL, y que yo adoro, pero se me queda floja, especialmente los bolsillos plastrón en medio de las faldas, me recuerdan a un delantal, los volantes y ese gusto minimal que quieren volver a poner de moda. Por otro lado siempre vas a ir bien vestida y con un punto secretaria-dominatrix-reina de la nieves-chica alegre que siempre viene bien.



















Christian Dior:
Galliano, siempre encuentra inspiración en todo tipo de lugares. En esta ocasión ha viajado a los cuarenta-cincuenta, pero a unos cincuenta que nada tienen que ver con Mad-men, para variar, se ha ido directamente a South Pacific, el maravilloso musical de Mary Martin y ha hecho algo maravilloso.



















Inicia la colección con algunos modelos de inspiración marinera, pero sin una raya (!), gabanes azules de cuero, pantalones kakis, gorritas blancas que nos recuerdan a los hombres que fueron a buscar fortuna y aventuras a esa zona del planeta. 




















Los pases se van transformando en vestidos multicolor adornados por collares de flores que se extrapolan a los vestidos, donde  parecen estrellas. Estampados hawaianos, polinesios. Gasas y sedas adornadas por plumas y flecos que se entrelazan y tejen para formar un propio tejido.



















Vestidos ultrafemeninos se mezclan con pantalones de tiro alto y bermudas en blanco y marino que se aderezan con sandalias de cintas y plumas y al brazo la penúltima reinterpretación del Lady Dior.