lunes, 11 de octubre de 2010

PARIS HIGHLIGHTS S/S 2011

La verdad, voy muy retrasado con la pasarela parisina, así que a lo largo de la semana iré actualizando lo antes posible los desfiles que más me han gustado, de manera algo breve.

CHANEL: Es increíble como karl no sigue vendiendo lo mismo año tras año y nos sigue gustando: TALENTO.






















Esta vez nos sorprende con una maravilla de vestido rosa de plumas con una Carmen Kaas ídem y unos parasoles-pamela para morirse.






















Las premisas, las de siempre: Dos piezas en tweed salpicados de tul, blanco y negro, algo de tonos pastel y mucho mitón. Los vestidos de noche siempre me recuerdan a las pinturas de principios del siglo XIX, con sus cortes imperio y sus mangas farol.




















Lo que menos me ha gustado han sido los cortes y estampados florales de algunos vestidos, que me daban yayero; las romanas plataformeras que, como diría mi jefa: son zapato de coja y las salidas masculinas (por mucho que quiera una chaqueta) eran totalmente prescindibles.

ALEXANDER MCQUEEN: Hay algunos que son defensores y otros detractores de lo que está haciendo Sarah Burton con McQueen. Yo pertenezco, de momento, al primer grupo. Creo que una casa, especialmente cuando ha perdido a su creador tan recientemente, debería conservar su identidad.
Sarah se ha decantado por la continuidad con el imaginario de Mcqueen. Ha suavizado su visión, pero sin perder fuerza.



















En mi opinión la colección tiene algo de aire Isabelino que se deja entrever en los estampados, maravilla gráfica que bebe de motivos de los siglos XVI y XVII,  en las voluminosas caderas, en los trajes blancos con un punto masculino de cierto aire militar al igual que los bordados en hilo de oro y en la profusión de cinturones con gran hebilla dorada que harían las delicias de piratas y corsarios de la época.




















Por otros lado la colección está contaminada de cierto aire campestre, aunque muy sui generis, podemos ver troquelados que imitan hojas y flores, cuellos repletos de mariposas y vestidos que recuerdan a la maleza de un bosque perdido. Una vez más veo un vestido de plumas, habrá que apuntarlo en el cuaderno de tendencias.




















La paleta , no muy amplia, blanco, negro y  oro-crema, mientras que los estampados son los que se llevan la exclusiva de la policromía.

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