martes, 2 de noviembre de 2010

DE CHINA, EL FURURO DE LA MODA Y DEMÁS...

Leyendo una entrevista a Anna Dello Russo, donde le preguntaban sobre la dirección que podría tomar la moda en un futuro y su respuesta en forma de duda, surgió la inspiración para esta entrada.

Realmente nadie sabe hacia dónde va la moda. Nadie se esperaba este batacazo económico y sus consecuencias se van a ver durante varios años. Pero no sólo éso ha influido en los devenires de la moda. La extrapolación masiva al mundo de la red de un campo que antes había estado tan encerrado en sí mismo (y que en cierta parte es el encanto de la moda. Es como lo que decía Anna Wintour sobre que la gente se mofa de las personas a la moda, porque sienten que no forman parte de ese grupo y eso les crea envidia/resentimiento) ha hecho que se abra, globalice, democratice... y esté más al alcance de la gran mayoría, al menos visualmente, que luego Inditex se encargará de hacerlo material. Sin embargo aunque poseas la prenda copiada nunca poseerás la esencia, la historia de la firma, el charm de la moda, pero eso es otro tema. Actualmente cualquiera puede decir lo que quiera sobre la moda, véase el caso, y compartirlo alrededor del mundo y quizás alguien esté de acuerdo contigo, o no, y crees algo de la nada. Ejemplos, ya los sabéis, Sartorialist, Jak & Jill, Tavi, Bryanboy... y llegues a tener un papel en la moda, momentáneo o duradero, depende de la vida. Este es un fenómeno imposible años atrás, donde todo era secreto y sólo unos pocos tenían acceso a tal información. Recuerdo un artículo que el año pasado escribió Suzy Menkes para el Herald Tribune y decía que uno de los mayores cambios que la moda había experimentado en los últimos años era la inmediatez, la imagen digital, el nacimiento de los desfiles online...  elementos que han permitido a la moda acercarse a otro tipo de público a ella, no sólo a las señoras VIP, lo que es realmente enriquecedor para ambas partes. Las marcas ganan dinero (que es de lo que se trata) publicidad, reconocimiento, críticas (buenas y malas) y los demás ganamos (me incluyo) alimentar nuestra sed de moda, creernos una pequeña parte de ese escenario e incluso nutrirla y hacer la crecer. 




Lo malo de esto es que en el camino a ese público, se ha cruzado con otro que en un primer momento no debería estar interesado en ella, sin embargo la imagen es la imagen y la que proyectan ciertas marcas puede atraer a consumidores con gustos menos exigentes. Lo vemos todos los días: montones de chonis con camisetas de la manta falsas bajo nombres cambiados. No les importa, lo que quieren agarrar es esa pizca de glamour, de exclusividad que una firma otorga. Es lo mismo que cuando tusas Chanel Nº 5 pero te compras las camisas en Primark, te abre una puerta a otro mundo, del que no eres parte. Hay ciertas marcas que son más atractivas para ciertos grupos que para otros, obviamente. Tenemos  para l@s chonis Imporio Arnani y sobre todo Dulce & Gitano (yo también, me he quedado loco cuando me lo dijeron) y para las señoras CH y LV, en todo tipo de anagramas posibles, pero bien grande. Eso es una muestra de que les da igual la marca, porque ni siquiera conocen lo que propones en pasarela, pero sí la imagen que proyectan: Tí@s buenos con ropa ceñida o señoras elegantes con cardadas y rubias melenas. Es el mensaje lo quieren transmitir.
Me he ido un poco del tema, pero bueno, quizás formaba parte también de él. A lo mejor una de las maneras que tienen las marcas de sobrevivir en el futuro, es crear lineas súper baratas para otro tipo de público tipo Marc by Marc by Marc Jacobs, por ejemplo o las mochilas de nylon de Prada. Productos que puedan seguir manteniéndolas finanzas de las firmas para que luego puedan ofrecer buen prêt-à- porter y Alta Costura.

Otro de los fenómenos que estamos presenciando es el poderío oriental, bueno chino, más bien. Varias firmas están abriendo mercado allí y se están haciendo de oro. Primero fueron los árabes, después los rusos y ahora los chinos. Es cierto que China es una economía emergente y no sé hasta que punto podrá ser el país más rico del mundo en unos años, pero es indudables que crece como la espuma. Lo malo es que probablemente lo haga igual que Occidente: o bien seguirá explotando la mano de obra de su propio país o la mandará a otros cercanos como India, Pakistán, Turquía hasta llegar a Marruecos. Puede que los toques orientales que ciertas firmas han otorgado a sus diseños sean casualidad o no, y que el motivo sea encontrar más público en esa parte del globo. En cualquier caso no sólo China se está enriqueciendo, sino todas las firmas que están haciendo tratos con ella. Por lo que la bonanza china también será buena para las arcas occidentales.

La compra online, definitivamente, forma parte del futuro, pero tiene dos grandes problemas: que no te lo puedes probar y corres el riesgo de que no te quede bien o no te veas con ello y la espera de la prenda. Por no mencionar que pierdes parte de la emoción de ir de compras, coger un montón de ropa cuando hay poca gente y probártelo sólo por el hecho de probártelo. No obstante la facilidad y comodidad de hacerlo desde casa, la accesibilidad a marcas que no están en tu ciudad, o país, las ofertas especiales y exclusivas y la falta de dinero para invertir en nuevas firmas e inmuebles, van a impulsar a los consumidores a aumentar sus compras en la red.
Algo que no podía faltar: las empresas low cost. Llevan años entre nosotros y nos han alegrado la vida con esas copias maravillosa de must have, que sabemos que nos debemos comprar pero alguna cae. Han sido otra manera de acercar la moda a las nuevas, y viejas, generaciones. No más adolescencias en chandal de yonki!!! porque no lo neguemos, la mía, al menos, estuvo repleta de él, junto con pantalones de campana blancos, medias de brillo, cuando ya fueron mayores, lápiz de ojos blanco y conjuntos impensables perpetrados por nuestras madres. Ahora, es diferente, si tu hija te ha salido zorrón/choni tiene su Blanco, su Bershka, su Pimkie... que es toda un lady se va al Zara Woman, sí es una moderna maximalista se irá todos los lados, porque ella es un árbol de navidad (me incluyo en este último grupo) y lo hará con toda la tranquilidad del mundo porque tiene libertad de elección. Antes o te ibas a la tienda del barrio o, si te tenían que comprar algo más subido, al Corte Inglés (Zara todavía no estaba en su auge). Las juventudes del futuro lo tendrán más fácil todavía. Esto es lo que nos dan las firmas low cost, accesibilidad, y es otro punto a tener en cuenta, con cuatro duros te haces un vestuario resultón, como decía el Sr Burns. Las grandes firmas sólo son para grandes bolsillos y, desde luego, son menos que los pequeños bolsillos. Un amigo dice que el resultado de esto será que las firmas de lujo acabarán por caer y LVMH será absorbida por Inditex y Gucci y Dior franquicias de alta gama, vamos un Zara Deluxe. Dudo mucho que vaya a tanto, pero quién sabe.

El negocio de la moda y sus marcas no son muy antiguos y no sabemos a dónde puede ir. De momento ya hay firmas como D&G que han dejado de hacer colecciones de entretiempo y parece que la época de los bolsos it, está remitiendo y el ritmo de la moda, en general, ralentizándose un poco.
En resumen, tenemos varios puntos de vista y factores que tener en cuenta, pero sólo el tiempo nos dirá lo que puede pasar. Por el momento internet seguirá liderando la parte de la comunicación, mediante webs, blogs, ventas online y demás. El mercado asiático experimentará un boom de insospechado alcance y los viernes, cuando no tengamos nada que ponernos nos iremos a H&M a ver qué nos arregla la noche. De ahí en adelante quién sabe.