sábado, 19 de marzo de 2011

AZULITO

Que estamos controlados y dirigidos como borregos, da igual lo perroflauta que seas, es un hecho. Cada pequeña decisión que creemos tomar lo han hecho por nosotros, mucho antes.
Viendo el jueves un documental sobre el color pensé en ello. Nos hablaban de cómo el color estaba codificado en nuestra sociedad y cultura y de lo difícil que era cambiar esos patrones de consumo y comportamiento. Había una empresa interesada, vete a saber porqué, en comercializar productos comestibles azules y el reto estaba en que entrara por el ojo al consumidor porque estamos acostumbrados a asociarlo, en términos alimentarios, con el moho o la putrefacción; de modo que se van a un súper y comparan diferentes azules de los envases y su contenido y después crean una gama de platos, aperitivos en todas las tonalidades de azul posible, hasta que escogen el que más les convence.
La verdad es que gran parte del documental giraba en torno al azul ya que es uno de los colores más utilizados, probablemente por su asociación con la masculinidad y la sociedad patriarcal en la que se ha desarrollado gran parte de la historia. Lo cierto es que un color socorrido que suele quedar y sentar bien y que en decoración son conocidas sus cualidades relajantes. Pero, a la vez, es un color que uniformiza y aliena, no por él mismo, si no por lo que nosotros hemos hecho con él; sólo hay que ver los monos de trabajo, los uniformes de policías, bomberos, oficinistas.... todos de azul por lo que si seguimos utilizando el azul en el día a día al final te conviertes en un borrón monocromático y diluyendo  en la generalidad, que es lo que nos inculcan desde pequeños: ser normales, pertenecer al grupo y que olvides tus individualidades. Para cuando aprendemos el grave error que es, muchas veces es tarde.
Todo ésto venía acompañado por imágenes de estudios de L'oreal sobre la pigmentación y tonalidades del color de la piel y de cómo cuando decimos "negro" no sólo implica un color de piel si no otros aspectos que van más allá.
Viajaban también a la India donde el color no es una cuestión de gusto si no un código y manual de gusto y tradiciones; cada ocasión exige un color y obviar estas normas sería tomado como  una provocación o una falta de respeto.
No sólo las investigaciones atañen al color. Veía en casa de una amiga, hace unas semanas un documental sobre el olor. Partían de la misma base: una empresa necesitaba un olor para sus hoteles para que la gente quisiera volver a ellos y les transmitiera todo un mundo de sensaciones. Por lo cual se pusieron en contacto con una "nariz", pero no una cualquiera, la mujer en cuestión se dedicaba a encontrar olores peculiares, de cosas, de emociones (a qué huele lo que no huele). Como estaba hablando con mi amiga no me enteré muy bien de los pormenores de la búsqueda y qué elementos reaccionan en nuestro cerebro para hacer sentir de tal o cual manera pero al conclusión fue un aroma a dinero, comodidad y un toque picante.
De modo que todos sabemos de la cromoterapia, del daltonismo, de la aromaterapia y del mal gusto pero cuando os vayáis a comprar algo recordad que han elegido para (o por) vosotros todos los detalles, por absurdos que puedan parecer (el otro día me di cuenta de que habían puesto en el Alcampo los productos de marca propia y precios reducidos en las baldas centrales, mientras que los de marca en las superiores o inferiores; os acordáis de cuando era al revés y nos bombardeaban com que compráramos marcas blancas?) del producto y que vienen ya decididos por mentes pensantes que incluso saben lo que vamos a sentir al morder una patata frita (sí también estudian el ruido que hacen).



No es que esté en contra de la sociedad de consumo, simplemente me resulta curioso.

1 comentario: