lunes, 11 de abril de 2011

DESENGÁÑATE, MÁS ES MÁS.

Definitivamente fue el reflejo de una sociedad y de una manera de entender la vida. Apenas recuerdo nada de Dinastía pero sí la sensación que me producía verla, siempre he sido una fanático del lujo desmesurado y esta serie era lo que te ofrecía y sin barreras, con descaro y todo on the face. 

La primera temporada no obtuvo muchos adeptos pero fue al entrar el personaje de Alexis Carrington cuando subió como la espuma. Joan Collins supo encarnar a la perfección el típico personaje de víbora trepa y ricachona, que huele a Poison u Opium y se abriga con pieles. Joan Collins no destacó especialmente en su juventud sin embargo alcanzó una gran popularidad gracias  a este personaje que, en un principio, estaba pensado para Raquel Welch o Sophia Loren, elecciones totalmente desacertadas ya que Welch pecaba de putón y Sophia de demasiado poco mala pécora.

Si hay algo que recuerde vívidamente es, obviamente, la ropa. El exceso generalizado de todas y cada una de las prendas era hipnótico. Cual urraca no podía dejar de mirar el brillo del lamé y de las joyas. Recuerdo perfectamente una escena de Alexis bajando una escalera con un turbante a juego con el resto del vestido. Era la imagen perfecta del poder femenino en los ochenta, poder conseguido por matrimonios y engaños se entiende. Grandes hombreras, grandes lazos, mucho brillo, pieles, tocados, velos, nada era mucho.

En una época en la que estaba bien vista la ostentación Dinastía era la reina de la parrilla televisiva. Indudable fue su importancia en la moda, todas las señoras querían vestir como Alexis o como Krystle e imaginar ser parte de ese selecto mundo al que sólo unos pocos tienen acceso (es la magia de la moda).
El éxito fue tal que se llegó a crear un colección de prendas basada en la serie, diseñada por Norman Miller, artífice de todo el vestuario, no sólo de Dinastia si no de otros grandes éxitos como Los ángeles de Charlie o Vacaciones en el mar.

Viendo este video es imposible notar lo diferente que les quedan a las modelos tales vestimentas. No es cuestión de edad o físico, es cuestión de actitud, de haber nacido para ello. En Joan Collins podías ver como ella llevaba las prendas mientras que en el desfile las modelos son meras perchas, no le dan ningún significado a lo que llevan y son devoradas por la ropa.



No sé quien habrá hecho este video pero hay que ponerle un monumento, se puede apreciar el estilo que bordó Alexis, tules, capas, negligés de seda, power suits, volantes y lujo, mucho lujo.


Desde luego espero como agua de mayo cualquier ocasión para poder disfrazarme de ella.

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