El post sobre Dinastía y algunos reportajes que he venido viendo en los últimos días me han llevado a pensar las diferencias entre varios conceptos, no siempre claras pero absolutamente personales.
Los conceptos e ideas a tratar son tan generales y escurridizos como glamour, elegancia, lujo, charm, ostentación, clase... Mil veces oídos y trillados pero casi nunca bien usados. Partiendo de la base de que son ideas bastante abstractas que entran dentro del campo de lo intangible voy a intentar resumir lo que pienso de ellas con ejemplos bastante explicativos.
Muchas veces he oído y leído que el glamour se puede comprar pero la elegancia, desde mi punta de vista, no se puede comprar nada y mucho menos el glamour, como casi todo lo tienes o no lo tienes, no hay nada peor que falsear lo que no se es. Evidentemente que se puede comprar la elegancia, sólo hay que ver a Letizia Ortiz, una chica normal, con demasiados aires, que de la noche a la mañana se ha convertido, muy presuntamente, en un icono del estilo y la elegancia, no se puede negar que a la chica la llevan elegante, pero ¿es algo natural e innato en ella? no creo, más bien en Rania de Jordania que cualquier día Letizia le hace un "Mujer blanca soltera busca" y es que estamos en una época en la que se peca de querer lavar a la gente su personalidad y hacer de ellas algo presuntamente elegante. Ejemplos hay para parar un tren y lo malo es éso que vienen cuatro niñas y las clonan porque, a lo mejor, tienen talento para sea lo que sea a lo que se dediquen pero les falta una imagen y derivan por dos vertientes o sosas rubitas o chica árbol de Navidad, muy de moda últimamente, sin ser ellas nada de eso.
La elegancia es mucho más que un traje Chanel y va dentro de la persona. Recuerdo cuando estaba estudiando moda que un compañero empezó a hacer un trabajo sobre morir de glamour y nos hizo preguntas a varias personas de la escuela sobre el tema y a día de hoy mi opinión sigue siendo la misma: ya no se puede morir de glamour, porque el glamour está muerto.No los busquéis en las alfombras rojas o entre las páginas del Hola, ahí no está, se murió cuando las cámaras y las luces se metieron en la vida de las estrellas, cuando ves a una comprando su café de Starbucks en Uggs, el misterio se pierde, la ilusión se rompe y eso es el glamour, cómo vas a comprar algo intangible, algo que no existe.
Cuántas veces he visto retratado el glamour como vago oropel de damascos rojos y ángeles dorados cuando la realidad es mucho más sencilla, y difícil, que eso: el glamour no es sólo el encaje y las gasas, es lo que haces con ellos y lo que ellos hacen contigo; tienen que ser parte de ti, como si fueras en chandal, en el consabido dicho de: tienes que llevar la ropa, no que ella te lleve a tí, está la respuesta. De lo contrario será como un vestido que no es de tu talla.
Este tema se divide en otros cientos con sus correspondientes significados. ¿Elegancia? Audrey Hepburn era elegante, ¿clase? Catherine Deneuve tiene clase (es chunga pero la tiene), ¿sofisticación? Alexis Carrington era sofisticada. Son palabras muy fuertes que tienen como epítome personas, escenarios o situaciones igual de fuertes y que no se pueden usar tan a la ligera.
Hay muchas palabras para designar nuevas realidades como: tiene mucho rollo (tienen un buen estilista), tiene mucho estilo (ídem), tiene algo... Ése es uno de os grandes problemas de las nuevas celebridades que no se creen su personaje, las de antes sí sabían, lo que las llevaba en gran parte a perderse a sí mismas en el camino y a acabar fatal, lo que las hace mucho más interesantes.