Siempre he detestado el mundo de los niños prodigio. No hay cosa peor que obligar a un niño a hacer cosas de adulto especialmente si están relacionadas con el mundo del espectáculo, por contra estoy súper a favor de disfrazar a los perros y a los monos de las más inverosímiles cosas, como por ejemplo de folclórica.
Volviendo al tema, me parece ridículo y humillante para los niños y por otro lado es bochornoso de ver, bastante pesados son los niños, en general, como para encima darles un motivo para que lo sean más.
Volviendo al tema, me parece ridículo y humillante para los niños y por otro lado es bochornoso de ver, bastante pesados son los niños, en general, como para encima darles un motivo para que lo sean más.
Si bien la película no me entusiasmo, dado que tenía puesta en ellas altas expectativas, sí me gusta como retrata ese mundo. No es una madre obsesionada porque su hija gane, sino una niña con un sueño y la unidad de la familia, por otro lado bastante cuadro, para que lo pueda conseguir.
Los concursos de belleza infantiles surgieron en los sesenta, debido al éxito, principalmente económico de los de adultos. Desde entonces han ido creciendo y creciendo. Se componen de diferentes disciplinas en las que los participantes tienen que competir: traje de baño, de noche, sport, baile y talento, entre otras como aspecto, pose, perfección y confianza.
El coste general en un concurso puede ir desde los 655 dólares que incluyen el vestido de noche la ropa casual y la de baile. El precio general no incluye desplazamiento, alojamiento y comida lo que puede subir el gasto cientos de dólares. De acuerdo con varias madres de la artista participar en uno de los principales concursos puede suponer un desembolso desde los 1500 hasta los 12.000 dólares.
Las madres de las niñas aseguran que merece la pena el esfuerzo ya que infunde felicidad, seguridad delante de la gente, confianza, orgullo y satisfacción por los logros.
Todos estos y muchos más son los motivos que la madres utilizan para justificar la entrada de sus hijas en este tipo de concurso junto con la excusa de que ellas querían, pero ¿sabe realmente una niña de 6 años lo que es mejor para ella? Quiere una niña enfrentarse a tener que verse de una determinada manera, tener un cierto peso, tener rizos del diámetro de una cabeza y los dientes de una blancura nuclear? huelga decir que muchas de ellas desarrollarán trastornos alimenticios.
L alista de justificaciones es interminable al parecer las madres de un estrato social y educación inferior apuntan a sus hijas porque quieren que su hija tenga presente que va a haber alguien mejor que ella. Es una lección dura que hay que aprender y mejor cuanto más pronto. Por otro lado las madres de una educación y estatus social más levado alegan que la competición es necesaria para conseguir el éxito.
Atronador, desgarrador... Jesus, esto debería de publicarse en un medio a modo de denuncia pública, no puedes estar más acertado. Redactado de manera brillante como de costumbre. Se me han puesto los pelos de punta.
ResponderEliminarEcha un vistazo a "My big fat gypsi wedding".
xx